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Miércoles, 07 Marzo 2012 01:00

«Cualquier colaboración con la Fundación Corinto siempre revertirá en los usuarios»

Escrito por

Francisco Cantos Recalde "El perfil de los atendidos es variado, pero todos acuden por falta de recursos, lo que lleva a la desmotivación y desesperación"

El economato de la Fundación Corinto nacía en octubre en la calle Amargura. Allí, un grupo de voluntarios cofrades trabajan en el ejercicio de la caridad, ayudando al que menos tiene. El economato es una prueba más de la implicación de las hermandades con la obra asistencial, tan necesaria en estos tiempos.

 La Fundación Corinto, encargada de su gestión, está constituida por veinte cofradías patronas y un numeroso grupo de cofrades voluntarios y voluntarias, presidida por el hermano mayor de los Dolores del Puente, Antonio Jódar. El responsable de Relaciones Institucionales de la fundación, Francisco Cantos Recalde, explica el proyecto.

¿Cómo han sido estos primeros meses de vida del economato?

Los primeros meses han sido de tomarle el pulso a esta realidad, que avanza día a día y que necesita más recursos de gestión, pues la demanda aumenta semana a semana. El resumen de la experiencia de estos primeros meses está siendo muy positivo y estamos muy satisfechos. Somos conscientes de que hay cosas a mejorar y en ello estamos. No podemos obviar que somos voluntarios.

¿Cuál es el proceso que debe realizar una persona para adquirir productos del economato?

Lo primero y esencial es dirigirse a una de las cofradías que forman parte de la Fundación. Allí contactarán con los correspondientes grupos de acogida, que les harán el recibimiento y la entrevista personal como demandantes de este servicio que prestan las cofradías desde la Fundación Corinto.

¿Cuál es el perfil medio de las personas que llegan?

El perfil es variado. Hay personas y familias en riesgo de exclusión social, mayores que viven en soledad y familias que han tenido problemas económicos por primera vez, los nuevos pobres o pobrezas vergonzantes, como son hijos que vuelven con su padres al hogar familiar viviendo situaciones precarias por la falta de trabajo y dependiendo de los ingresos de las pensiones de sus progenitores. Todos los casos son especiales y distintos, pero en el fondo todos iguales, la falta de recursos, que puede llevar a la desmotivación y la desesperación.

Aparte de la colaboración de las cofradías, ¿reciben ayuda de instituciones y alguna empresa?

No especialmente. Nosotros compramos los productos y en el economato se hace una venta directa al usuario, subvencionada en sus tres cuartas partes del precio de coste por la cofradía que le envía. Naturalmente, sin beneficio alguno para la Fundación. No obstante, en estos meses sí se han dado ayudas puntuales de organizaciones y empresas que han sido recibidas con mucho gusto. Cualquier posible colaboración siempre será revertida a los usuarios.

¿Cómo es el día a día de las personas que trabajan para el economato?

En primer lugar, no somos profesionales, sino voluntarios y voluntarias, por lo tanto, nuestras limitaciones propias se suplen con grandes dosis de cariño. Abrimos la tarde de los martes y de los jueves. El equipo del día llega un buen rato antes de la hora fijada y se abre el turno rezando juntos, siempre la misma oración. Luego, cada uno a su faena, línea de caja, reponedor, orientador de compra, control de carnés, administración, contabilidad... El usuario llega y espera su turno, presenta su carné y entra en la tienda a comprar lo que entiende que le hace falta. Pero también hay un grupo de voluntarios que trabaja a puerta cerrada, en una labor que no se ve, pero que es imprescindible para la buena marcha del economato. Este equipo, se encarga de las labores de limpieza, mantenimiento, recepción de mercancías y organización del almacén, y asiste por la mañana para que todo esté dispuesto en el momento de la apertura.

Desde su puesta en marcha, ¿ha aumentado el número de benefactores?

Sin lugar a dudas, y lamentablemente va a seguir haciéndolo. Ahora mismo, por lo datos que manejamos, se está atendiendo a unas 180 familias, lo que supone algo más de trescientas personas.

¿Algún proyecto a corto plazo de la Fundación Corinto?

La reciente incorporación de una nueva cofradía y las próximas incorporaciones de otras hermandades, que muestran su constante interés por conocer esta maravillosa y bonita experiencia, nos permite seguir trabajando en la misma línea hasta donde nos sea posible.

¿Qué les diría a instituciones, empresas y malagueños que estén interesados en colaborar?

Lo primero, que nos conozcan y nos pongan cara, y sobre todo, que sepan la particularidad del proyecto, ya que nosotros no pedimos excedentes, sino que nuestros proveedores nos puedan ofrecer su mejor precio. Y por otro lado, deben saber que son muy diversas las formas de poder colaborar con esta fundación, pero todas las ayudas o colaboraciones que podamos recibir, finalmente irán destinadas, exclusivamente, a extender y aumentar la asistencia a los usuarios.

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Publicado en Mención en Prensa
Fundación Corinto

Fundación Benéfico Asistencial Corinto