La Fundación Corinto nació únicamente para dar el soporte legal necesario a la actividad de un economato social. Desde su creación ha posibilitado más de 60.400 compras mensuales a distintas familias de Málaga en riesgo de pobreza. Ahora mismo, cuentan unas 550 familias a las que están ayudando.

“El economato funciona de la siguiente manera”, explica Amalia Gutiérrez, gerente de la fundación. “Nosotros compramos los productos al mejor precio que nos puedan poner nuestros proveedores. Las familias, cuando vienen aquí, pueden comprar esos productos hasta un límite que tienen en un carnet personal, de modo que solo pagan el 25% del precio del producto”.

¿Y quién paga el 75% restante? Esta tarea corresponde a las cofradías malagueñas de las que está compuesta la Fundación Corinto. Son 28 en el Patronato y dos más que están asociadas, pero sin ser patronos. “Cada una de ellas, a través de sus vocalías de Caridad o sus vocalías de Acción Social, tienen un equipo que hace la acogida de las familias para poderles entregar un carnet para que puedan venir a comprar”, señala Gutiérrez.

Es decir, las familias que van a hacer la compra al economato de la Fundación Corinto son seleccionadas previamente por las distintas cofradías miembros. Según la situación en la que se encuentran y el número de miembros que sean en la unidad familiar, la cofradía entrega un carnet con un saldo, que es lo máximo que cada familia puede gastar al mes en el economato.

Los datos 2011-2021
60.457 compras mensuales en el economato
545 voluntarios
122.159 horas de voluntariado
2.554.008 euros de aportación de las cofradías

Los carnets pueden ser de unos 15 o 20 euros mensuales. Pero como el 75% de cada producto lo paga la hermandad que selecciona a la familia, con solo ese saldo los usuarios pueden llenar un carro de compra para todo el mes. “Piensa que si una persona tiene un carnet de 15 euros, la compra que se está llevando vale 60, pero a precio de coste. A lo mejor a precio de mercado podrían ser 80 o 90”, apunta la gerente.

Casi 400 productos que se necesitan en una casa
El economato funciona como una tienda cualquiera, aunque solo abre los martes y jueves de seis a ocho de la tarde. Desde el comienzo de la pandemia, la fundación proporciona cita previa para evitar aglomeraciones. Así, cada familia va a comprar al día y la hora que se le asigna, teniendo a su disposición casi 400 productos divididos en alimentación, aseo, droguería y hasta una línea para bebés. “Los artículos que hay son los más básicos que necesitas en una casa”, indica Gutiérrez. Por ejemplo, no se vende nada de alcohol.

Los propios voluntarios de la fundación se encargan de preparar todas las semanas los pedidos, reponer mientras las familias compran o hacer de cajeros. Además, Corinto cuenta con un área de relaciones con las cofradías, encargada de grabar los expedientes de las familias seleccionadas y darlas de alta para que puedan empezar a comprar con su carnet.

Este documento hay que ir renovándolo. Incluso si una cofradía llega un momento que no puede seguir pagando los productos que compra una familia, esta puede ir a solicitar un nuevo carnet a otra hermandad miembro de la fundación.

Devolver el carnet, la alegría más grande
Gutiérrez destaca que el economato y la fundación se crearon para “ayudar a las familias durante un tiempo que estén pasando una mala época”. Por ejemplo, si la persona se queda sin trabajo, si lo que cobra es una ayuda, o incluso si tiene empleo pero el sueldo no le llega para asumir todos sus gastos. Cuando una familia deja de necesitar el servicio del economato, el propio usuario devuelve su carnet a la hermandad. “Esa es la alegría más grande que nos pueden dar a nosotros, cuando alguien va a devolver el carnet. Es de lo que se trata”, manifiesta Gutiérrez.